Entrevista: “Somos herederos de un gran sueño” – Testimonio de Carlos Burgos

Junio 2025 – En el marco del aniversario del Movimiento Puente, compartimos el emotivo testimonio de Carlos Burgos, ingeniero e integrante del movimiento desde sus orígenes.

En esta entrevista, Carlos nos transporta a los comienzos de Puente, donde el sueño de una comunidad comprometida con Dios comenzó a tomar forma.

— Carlos, ¿Cómo eran los inicios del Movimiento Puente?

Corría el año 1971. Nos reuníamos en la casa de Guillermo Silvester, a quien cariñosamente llamábamos “Guillo”. Éramos un grupo de unos diez jóvenes, provenientes de un grupo anterior que se había disuelto luego de una crisis vocacional del sacerdote que nos reunía en aquel entonces. Fue ahí mismo donde Guillo nos rescató y nos transmitió algo que hasta hoy sigue vivo: un sueño.

— ¿Qué significaba soñar para ustedes en ese momento?

Guillo nos enseñó que un verdadero miembro de Puente debe ser capaz de soñar. Decía: Que una de las facetas más importantes de un miembro de Puente era que debe ser capaz de soñar. Soñar el proyecto que Dios le propone.  

El sueño no es todavía realidad, porque está en el futuro, pero al tenerlo como objetivo me impulsa para preparar la organización que lo hará posible. Organizar sin tener un sueño es perder el tiempo.”

Esa fue una enseñanza que nos marcó profundamente.

Y en aquel momento Guillermo nos transmitió ese sueño: que Puente tiene senderos siempre nuevos para caminar. Por eso nos habló de Segundo Puente, trabajar en España, trabajar con la familia, etc

— ¿Recordás alguna experiencia personal ligada a ese sueño?

Sí, una muy especial. Mi primer puente como líder fue el puente número 23. Dos semanas antes, Guillo nos invitó a cenar a mí y a mi esposa Mariel, junto a su esposa Ana. Nos dijo algo que nunca olvidé: “Vos no podés ser líder sin la participación de tu esposa.” Esa visión de comunidad, de familia, estaba siempre presente en su forma de soñar Puente.

— ¿Cómo ves ese sueño hoy, con los cambios culturales actuales?

En aquel entonces, la cultura estaba muy influida por fuertes ideologías. Hoy vivimos una época marcada por el secularismo. Puente debe seguir un sueño, y la pregunta sigue siendo la misma: ¿qué soñamos para Puente en los próximos años? Si perdemos la capacidad de soñar, perdemos nuestra esencia.

— ¿Qué símbolo expresaba ese sueño en Guillo?

Guillo no sabía cantar, pero era un enamorado de la canción “Dios de los corazones”, Himno del Congreso Eucarístico Internacional de 1934. Especialmente esa estrofa que dice:
Señor Jesucristo, Que en la última Pascua

Tu Sangre divina, Diste antes de darla:

Tu Cuerpo y tu Sangre Deseamos con ansias…

¡En donde está el cuerpo, Se juntan las águilas!

— Un mensaje final para este aniversario…

Y ese era el sueño de Guillo. Que seamos águilas. Y es el sueño que debe movernos hoy.

No somos herederos de una estructura, una metodología o un estatuto —aunque el primero de ellos se redactó en diciembre de 1971—. Somos herederos de un sueño. De un gran sueño.

Un gran abrazo a todos en este aniversario.
Carlos Burgos

🎵 Escuchá el himno “Dios de los corazones”: YouTube

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