Carisma: La palabra carisma -que viene del griego «charis» y se traduce por «gracia» – expresa la realidad de un don gratuito que el Espíritu Santo entrega al pueblo peregrino en orden a la edificación de la Iglesia.

Los carismas siempre son gracias del Espíritu Santo que tienen una utilidad eclesial. Pueden ser muchos y muy distintos, aunque todos tienen el mismo origen, que es el mensaje del Evangelio.

El carisma de puente se inspira en la parábola del sembrador (Mc 4,3-9), haciendo énfasis en la frase «Salió un sembrador a sembrar…», y se expresa sobre todo en la actitud de «salir» de diversas maneras:

• Salir de uno mismo, desde adentro hacia fuera, hacia el otro.
• Salir en actitud de respuesta a las propuestas de Dios.
• Salir hacia la Iglesia, en actitud de entrega y para compartir los bienes.
• Salir hacia el mundo, hacia fuera, respondiendo al llamado a sembrar.
• Salir … siempre.