LA VOCACIÓN DEL LAICO
“La vocación del laico no es el altar ni el convento.
La vocación del laico es el camino” (Monseñor Rylko)
“Ser laicos en la Iglesia y el mundo es una llamada de Dios, es una verdadera vocación. ¡Y no una vocación de segunda categoría! Es la vocación que brota del sacramento del Bautismo.
Entre la vocación y la misión de los laicos existe un vínculo estrecho e inseparable. La vocación cristiana es por naturaleza una vocación misionera” (Monseñor Rylko)
Reflexionemos en la intimidad de nuestro corazón sobre nuestra vocación laical:
¿Estas realizando el llamado real que Cristo te hizo?
¿Estás en el lugar que Él quiere o tienes que dar pasos más grandes y profundos en la misión y vocación que Él te encomendó?
¿Tu apostolado se convirtió en una rutina, que aunque no deja de ser buena es pobre y limitada y hoy la Iglesia necesita más de ti, o te necesita de otra manera, o en otro lugar?
En resumen: ¿Estás convencido de que tu vocación es el camino?
¿Cómo lo estás recorriendo?