Se puede renovar la Fe en tiempos de pandemia?
Las Rocas de Misas
Quizás esta es una pregunta que en algún momento debemos hacernos todos, y sobre todo en los tiempos que vivimos hoy. En medio de esta pandemia y de tanta incertidumbre ¿Hay lugar para la FE? ¿Qué podemos hacer para renovar nuestra Fe?
Seguramente deberemos establecer algunos métodos o formas que por medio de nuestra imaginación y vivencias del evangelio, nos recuerden o nos ayuden a revivir ese don otorgado por Dios que es la Fe.
Para esto podemos citar por ejemplo el accionar de Sacerdotes católicos de Irlanda, que ofrecen La Santa Misa en lugares apartados usando rocas como altares, “Rocas de Misas” como se las menciona.
Estos lugares fueron utilizados siglos antes por los católicos perseguidos por su Fe en este país. Estas Rocas de Misas fueron claves para la preservación de la FE y constituyen un testimonio de fidelidad del pueblo irlandés.
Entre los años 1535 hasta 1691, se dictaron leyes en contra de los católicos por las que los laicos enfrentaron sanciones como multas y encarcelamientos, mientras que los sacerdotes enfrentaron castigos severos, incluida la muerte, si los sorprendían celebrando misas o realizando algún culto cristiano.
Se han celebrado alrededor de 26 misas en diferentes provincias de Irlanda de la misma manera que se han celebrado en aquellos tiempos de persecución, con la intención de “La renovación de la Fe de Irlanda a través de la intercesión de los mártires irlandeses” con el objetivo de recobrar y de fortalecer aún en tiempos difíciles la Fe y la vivencia de la Santa Misa.
Estos lugares sagrados se han tomado como signo de la perseverancia en la FE, que estos mártires aun conociendo el peligro siguieron manifestándola.
Recobrar un símbolo bellísimo de la Fe irlandesa ¿Podrá servir como iniciativa de una renovación de la Fe cristiana? ¿Qué signos debemos recuperar para fomentar la vivencia de la Fe en nuestras vidas y en las personas? ¿Cuáles serán aquellas Rocas de Misas que debemos recobrar?
Seguramente podremos recuperar algunos signos que nos lleven a restaurar la FE, como también el Amor por la Eucaristía y el reencuentro con la comunidad en la Santa Misa. Es una tarea que nunca debemos dejar que se diluya o se apague, aun en tiempos de pandemia.